La semana se cierra con la incertidumbre de un nuevo gobierno resuelta con el peor de los escenarios: esperar a un debate en septiembre y, si los pactos no se fraguan, nuevas elecciones en noviembre. Lo peor de todo no ha sido el resultado sino el juego interminable, porque no se merece llamarlo negociación, entre PSOE y Unidas Podemos…
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